Los flujos piroclásticos asociados a erupciones de tipo fonolítico de alta explosividad, llamadas plinianas o sub-plinianas, pueden ocasionar el desplazamiento de rocas de peso y dimensiones considerables a distancias no despreciables, el volumen de los flujos emitidos y la distancia a la que son desplazados dependerá de la intensidad de la erupción, en erupciones catalogadas como VEI4 o superiores estos pueden ser muy importantes.
El sistema de clasificación de erupciones volcánicas se llama VEI (Volcanic Explosivity Index) y su valor va desde 0 hasta 8, la erupción de Pinatubo en 1991 en Filipinas, la más importante del siglo XX, está clasificada como VEI 6.
Otro riesgo asociado a las erupciones volcánicas es el de las emisiones y depósito de cenizas, así como de gases tóxicos, el volumen y distancia a la que se depositan las cenizas dependerá del tipo de erupción volcánica y de las condiciones meteorológicas. Se considera que depósitos mayores de 10cm de espesor de cenizas tienen impacto directo en la estabilidad de edificios e infraestructuras.
Además de la afectación a la vida humana hay que tener en cuenta que la navegación aérea puede verse afectada de forma importante e inmediata por la emisión de cenizas volcánicas, existiendo a nivel mundial un observatorio de la organización de aviación civil internacional, OACI, para la vigilancia de cenizas en el espacio aéreo, los VAAC, que vigilan y regula la navegación aérea en zonas de emisión volcánica de cenizas. A Canarias le corresponde el VAAC de Toulouse en Francia. Esta afectación a la navegación aérea en el caso de Tenerife puede tener un impacto directo en las posibles estrategias de evacuación y de suministro logístico de víveres y ayuda en caso de erupción volcánica, que podría afectar no solo a Tenerife sino a toda Canarias o zonas más extensas dependiendo del tipo de erupción y la meteorología.
Los Lahares son flujos de sedimento y agua que se deslizan por las laderas de los volcanes. En el caso de Tenerife no es previsible riesgos por Lahars, ya que no existen corrientes de agua superficiales de importancia, aunque si de posibles tsunamis por terremoto o desplazamiento de terreno.