Se han publicado en los últimos años varios estudios realizados por investigadores del USGS de EEUU así como de investigadores de universidades de todo el mundo, que después de un análisis exhaustivo de toda la información disponible de erupciones históricas e intrusiones magmáticas contrastadas, han llegado a la conclusión que uno de los indicadores claves para detectar erupciones en edificios volcánicos 'durmientes', sin actividad en décadas es la existencia previa a una erupción de actividad sísmica volcano tectónica a distancias de entre 1 a 45 km del cráter o conducto de la futura erupción, que en un principio se podían analizar como sismos asociados a actividad tectónica ligada a fallas existentes, pero que sin lugar a dudas están provocados por intrusiones magmáticas en profundidad que originan re-acomodo y liberación de tensiones en fallas existentes y además son claros signos precursores de procesos eruptivos.
A continuación les proporcionamos varios enlaces a estudios existentes para que se pueda profundizar en esta materia que sin duda es relevante para el análisis del incremento de sismicidad existente en el edificio volcánico del Teide y, en general en Canarias en los últimos meses.
El primero de ellos es de dos investigadores del USGS y se llama 'Sismos volcano-tectónicos, VT, una nueva herramienta para cuantificar intrusiones magmáticas y predecir erupciones' publicado el 20 de octubre de 2015 en el número 309 del 'Journal of Volcanology and Geothermal Research' por Randal White y Wendy McCausaland:
https://www.researchgate.net/publication/284077842_Volcano-Tectonic_Earthquakes_a_new_tool_for_estimating_intrusive_volumes_and_forecasting_eruptions
En el que dicen:
Presentamos datos sobre 136 sismos y enjambres de alta frecuencia, denominados sismicidad volcáno-tectónica (VT), que precedieron a 111 erupciones en 83 volcanes, además de datos sobre enjambres VT, que precedieron a intrusiones en otros 21 volcanes. Encontramos que la sismicidad VT es usualmente el primer precursor sísmico reportado para erupciones en volcanes que han estado latentes durante décadas o más, y precede a las erupciones de todos los tipos de magma desde basáltico hasta riolítico y todas las explosiones desde VEI 0 a ultrapliniano VEI 6 -en volcanes 'dormidos'. Debido a que las grandes erupciones ocurren con mayor frecuencia durante la reanudación de la actividad en volcanes inactivos durante mucho tiempo, la sismicidad VT es un importante precursor de las erupciones más peligrosas de la Tierra. La sismicidad VT precede a todas las erupciones explosivas de VEI ≥ 5 y la mayoría, si no todas, las erupciones de VEI 4 en nuestro conjunto de datos.
Sorprendentemente, encontramos que la sismicidad VT se origina en ubicaciones distales en estructuras de fallas tectónicas a distancias desde uno a decenas de kilómetros, lateralmente desde el lugar de la eventual erupción, y rara vez, si alguna vez, comienza por debajo del mismo lugar de la erupción. Los enjambres VT distal, generalmente ocurren a profundidades casi iguales a la distancia horizontal del enjambre desde la cima, hasta una distancia de aproximadamente 15 km, más allá de la cual se nivelan las profundidades del hipocentro. Resumimos varias características importantes de esta sismicidad VT distal, que incluyen: naturaleza de enjambre, comienzo de las misma, desde días a años anteriores al inicio de las erupciones magmáticas, aumento de la actividad en el momento de la erupción inicial ya sea freática o magmática. Lo más importante es que mostramos que el volumen de la intrusión de magma se puede estimar simplemente a partir del momento sísmico acumulativo de la sismicidad VT.
Otro estudio muy interesante que se ha publicado recientemente en septiembre de 2018 por las investigadoras Diana C. Roman y Katharine V. Cashman, del Department of Terrestrial Magnetism, Carnegie Institution for Science, Washington, DC, United States, y de la School of Earth Sciences, University of Bristol, Bristol, en el Reino Unido y que se titula ' Actividad sísmica desde la superficie a distancias profundas como indicadores de fases eruptivas: Implicaciones para procesos asísmicos o 'sigilosos' de ascenso de magma y para el pronóstico de erupciones a largo plazo'
en dicho estudio se dice:
Las erupciones volcánicas ocurren cuando se forma un conducto para conectar un reservorio de magma en la corteza a la superficie de la Tierra. En general, se supone que la formación de conductos es un proceso "de abajo hacia arriba" y uno de los principales impulsores de la sismicidad volcánica precursora, que es el más parámetro más comúnmente monitoreado en volcanes de todo el mundo para predecir erupciones. Si ambas suposiciones son ciertas, la sismicidad precursora o inicial debe coincidir espacialmente con el magma almacenado petrológicamente en las cámaras magmáticas a profundidad. Una revisión de seis estudios de casos bien documentados de volcanes que forman parte de un sistema volcánico regional o arco, nos dice que en las erupciones analizadas en volcanes en reposo después de intervalos de reposo de décadas, por el contrario, los precursores iniciales de la sismicidad se producen a un nivel más superficial que la profundidad en la que se ubica la cámara magmática.
Nosotras proponemos un modelo que involucre un proceso de tres fases en los procesos eruptivos de este tipo de edificios volcánicos: El inicial la formación de conductos de salida de magma (parcial) se produce durante una fase de "sigilo", ya sea asísmicamente o mucho antes de la erupción, es la etapa previa a la erupción. La puesta en escena puede implicar lentas tasas de ascenso y / o pequeños volúmenes. La segunda fase es una fase de desestabilización que coincide con el inicio de la actividad sismicidad precursora a distancia del futuro cráter de la erupción, sismicidad distal VT, lo que lleva a una tercera fase de "tapping" que involucra ascenso de magma adicional desde el depósito de magma en profundidad. Este modelo implica que, lo más crítico, para detectar el ascenso de magma precursor mucho antes del inicio de la actividad sísmica, es realizar el seguimiento continuo del estado de estrés de esfuerzos en el nivel medio de la corteza terrestre hasta el nivel superficial.
A continuación les dejamos el estudio completo de esas dos investigadoras en inglés. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/feart.2018.00124/full